#EscritoresEspañoles
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,