#EscritoresEspañoles
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde