#EscritoresEspañoles
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,