#EscritoresEspañoles
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Lentos por las aceras, inmóviles en las repisas, aovillados
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo