#EscritoresEspañoles
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita