Hay un pájaro gigante, del tamaño de un avestruz, parado en la escalinata de un jardín inmenso, como el del palacio de Versalles. Cuando bajo la escalinata lo veo. No me asusta, aunque ...
Volví a ver el mar después de mucho tiempo. Demasiado tiempo... Estaba con mi hermana. Nos quedamos en la orilla, justo en el punto donde rompen las olas, y no entramos al agua porque h...
Azul y azul, arriba, satinado en líneas, azul, ahí en la cumbre inmersa en negro se extingue la lu… y negro y negro y más negro al lad… Salpica algunos puntos de amarillo
En El último encuentro, Sándor Márai presenta de manera connotada una perspectiva nihilista de la existencia, pero tambien hay una reivindicación de esa existencia. Lo cotidiano, la rut...
entonces me causa asco la gente, la calle me obliga a encerrarme se ahoga en basurales mi mente los perros ciegos no quieren ladra… la cama me arrebuja, nocturna,
Vuelvo a pasar de día por la esqui… en la que nos dimos el primer beso aquella noche despejada de marzo sé que es la misma esquina la reconozco
No puedo ver tu cara en el silenci… ya no me llegan réplicas de ayer fue una brizna hecha de parecer un espejismo que ya no secuencio. Ya no me llegan, ya no las espero:
Estaba en la fila de la Anses, creo, porque tenía que hacer un trámite para cobrar una beca de la escuela. Sí, era eso, un trámite para que me den una beca. Y este tipo, bah, este señor...
si saben escuchar si saben dejar de escupir en el monumento al cemento se escuchan los grillos ¿cómo viven los grillos
En el polideportivo de esa que antes era escuela, algunos decían que entraban hasta mil personas paradas, otros el doble y otros la mitad. Nunca se comprobó, porque en el pueblo no alca...
Cuando cierro los ojos en el horizonte de la vigilia a veces veo el mar un mar infinito que me inunda dejo que lleguen los habitantes de…
Todas las mañanas, de lunes a sábado, baja por la escalera con paso enérgico. Va cómodo porque tiene que caminar bastante. Usa shorts deportivos por debajo de la rodilla, medias blancas...
Me gusta cuando corre el viento porque me llega el sonido de un llamador de ángeles desde un balcón incierto, a lo lejos. Me distraigo escuchando ese sonido y me gusta imaginar que así ...
Hay tres grados de realidad. Primero, lo que veo realmente, lo que está ahí. Segundo, lo que imagino, y veo superpuesto a la realidad que está ahí. Eso que imagino lo veo yo, no se me m...
En la orilla es donde surge lento, mudo, amenazante, el temor que me consume cada día por la tarde. Lo espero afuera, tranquilo,