«Déjame de pensar; el pensamiento es cosa de los hombres; las mujere… harto tenemos con cumplir deberes y nuestras pobres Quejes dar ai vi… Y deshacer los grandes disparates
Si tú y yo, Teresa mía, niíMa nos hubiéramos visto: nos hubiéramos muerto sin saberlo; no habríamos vivido. Tú sabes qué moriste, vida mía,
Oír llover no más, sentirme vivo; el universo convertido en bruma y encima mi conciencia como espuma en que el pausado gotear recibo. Muerto en mí todo lo que sea activ…
Esa charca en que te viste la últi… vez que salimos al campo, está ya seca, Seco y sin yerba está su lecho agrietado. Se ha sorbido la tierra tu espejo;
«En el verano, sí, me iré a la sie… para dorarme al sol de las alturas… tú sabes bien que don José no yerr… que le llaman el mago de las curas… Volveré toda fresca, hecha un pimp…
Era de noche; las estrellas, ojos del Padre nuestro lacrimosos, clar… a nuestra Madre, que en la noche e… dormía sus dolores, contemplaban. Yo, respirando el fresco de la noc…
«Mira—me dijo, el dedo al encendid… poniente, todo hecho sangrientas f… esos son los volantes del vestido de Nuestra Señora de los Dolores.… «La de las siete espadas?» «Sí, l…
Te recitaba Bécquer... Golondrina… refrescaban tus sienes al volar; las mismas que, piadosas, hoy, Ter… sobre tu tierra vuelan sin cesar. Las mismas que al Señor, de la co…
¿Qué es tu vida, alma mía?, ¿cuál… Lluvia en el lago. ¿Qué es tu vida, alma mía, tu cost… ¡Viento en la cumbre! ¿Cómo tu vida, mi alma, se renueva…
¡Ay, el aprendizaje de la muerte! ¡qué larga Lección! Morir de no morir es cosa fuerte y huir del harpón! y cuando sepa la lección un día
En el silencio estrellado la Luna daba a la rosa y el aroma de la noche le henchía —sedienta boca— el paladar del espíritu,
«Tú has llorado»—te dije; y respon… «Es que me acabo de lavar los ojos… «Sí, por haber llorado...» «¿Qué quieres, Rafael? Estaba tri… ¿Motivos? Qué sé yo... necios ant…
LXI Vuelve hacia atrás la vista, camin… verás lo que te queda de camino; desde el oriente de tu cuna el sin… ilumina tu marcha hacia adelante.
Este buitre voraz de ceño torvo que me devora las entrañas fiero y es mi único constante compañero labra mis penas con su pico corvo. El día en que le toque el postrer…
center «Y luego ¿qué harás tú cuando me v… No llores, mira, yo...» —y una furtiva lágrima en la saya se te cayó.