Contaba los instantes por el ritmo de tu pecho anheloso al palpitar, y mis ojos buscaban en tus ojos el misterio de aquella sed de amar… Sed. de vivir, Teresa... Vi en tu…
Corral de muertos, entre pobres ta… hechas también de barro, pobre corral donde la hoz no siega… sólo una cruz, en el desierto camp… señala tu destino.
Cuento los días que pasan y en contarlos voy pasando; pasado y futuro casan en mi ansia y forman un bando. Una clepsidra es mi pecho,
¡Dormirse en el olvido del recuerd… en el recuerdo del olvido, y que en el claustro maternal me p… y que en él desnazco perdido! ¡Tú mi bendito porvenir pasado
center Todos los de mi sangre, de mi raza… duermen en tierra; loes más desde hace siglos; en tierra mi Teresa...
Leer, leer, leer, vivir la vida que otros soñaron. Leer, leer, leer, el alma olvida las cosas que pasaron. Se quedan las que quedan, las ficc…
Amor de Ti nos quema, blanco cuer… amor que es hambre, amor de las en… hambre de la Palabra creadora que se hizo carne; fiero amor de v… que no se sacia con abrazos, besos…
Reventó el Sol como una peonía en la lejana sierra, mis lágrimas sobre tu yerba verde brillaron como perlas. Brillaron como perlas de rocío
Era hacia navidad, en el más breve día del año, cuando ya la nieve coronaba la sierra, y el sol, todo luz, más amortiguad… su fuego, se acostaba tibio en tie…
Eran tus ojos en aquellas tardes dos alondras cobardes; eran como al volver de arar la yun… y mirándome ¡cómo los abrías! eran una pregunta
Hay ojos que miran, – hay ojos que… hay ojos que llaman, – hay ojos qu… hay ojos que ríen – risa placenter… hay ojos que lloran – con llanto d… unos hacia adentro – otros hacia f…
Me dice don Miguel, que rato es r… y se lo creo, ¿cómo no? ignorante como soy en Linguística y nada apt… para tal ciencia y me inclino dela… de los que saben más y siempre ace…
Vuelvo a nacerte tal fin cada maña… rebosante de juventud! Voy rejuntando un piélago de gana! Se anega mi salud! Oh cuando llegue d día del abrazo.…
«En el verano, sí, me iré a la sie… para dorarme al sol de las alturas… tú sabes bien que don José no yerr… que le llaman el mago de las curas… Volveré toda fresca, hecha un pimp…
Si tú y yo, Teresa mía, niíMa nos hubiéramos visto: nos hubiéramos muerto sin saberlo; no habríamos vivido. Tú sabes qué moriste, vida mía,