OCASO

Han pasado cinco años, seis años....que importancia tienen un año más o un año menos, las dos sabemos que es muy probable que sea nuestro último encuentro. Por eso, hemos aprovechado el tiempo en reírnos un poco aunque de vez en cuando algún que otro recuerdo nos haya traicionado.
Tu contaste mis arrugas, yo conté las tuyas; tomaste buena nota de mis limitaciones y yo de las tuyas ¿Que otra cosa podíamos hacer? Un día cualquiera alguien te dirá: ¿Sabias que...? y tú dirás... –porque para eso nunca se pierde la memoria– Si, era dos años mayor que yo.
Si la cosa fuera al revés, en la oración solo cambiaría el nombre propio y los adverbios mayor y menor.
Expresado así, fríamente, es como si habláramos de la gramática y sus reglas. No nos parecería tan terrible, solo se está cumpliendo la ley de la vida y la muerte.

...Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,...
...Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo (En Paz)