Cuanto quisiera poder estrecharte al despedirme de ti. Decirte la falta que me harás, darte un beso, tomar tu mano
Ahora el dolor y tu recuerdo me pegan suave, como la brisa que atraviesa una vela rasgada,
Despierto maquino e imagino mil situaciones mil encuentros mil diálogos
No hay peor ciego que aquel que no… Alimentado por la vana, falsa, irracional, inútil,
Mi suerte estaba echada aún antes de tu nacer. Mi destino contigo estaba escrito (por quien era, por quien soy) Era inevitable,
Hace un año me embarqué en esta nave llamada “dolor”. Me lleva en un viaje tortuoso, difícil. La mar de la vida, tormentosa.
Hay un ojo en tu nuca que me mira pero no me ve y aún así me dice quien eres en verdad te conozco
Y entonces el tiempo pasó. Inexorable, pero discreto, sin ser percibido. Sin aspavientos. Sin bulla,
DESPROPORCIÓN Todo por nada. Di mucho (todo) para recibir poco (nada). Desproporción.
¿Dónde estás? ¿Cómo te encuentro? A veces, que en realidad es siempr… te me pierdes. Nace la incertidumbre,
cuatro sonrisas dos miradas una visita tres caminatas una compañía
Nunca te tuve nunca te perdí. Sin embargo persiste en mí el sabor de la derrota, la sensación que aparece justo
Malaya la hora en que me fijé y VI tu existencia. Malaya la hora en que te sentí y vi mi existencia. Malaya la hora en que te besé
Me sorprendo mirándote, tu allí, yo aquí. Tan cerca, tan lejos.
Estoy cansado. No se hasta cuando esta contienda sin contendor Soy campo de batalla sin fragor,