LETRILLAS. II.
#EscritoresEspañoles Letrillas
Cuando de mi camino atrás volviend… miro, Señora, en mi preciso daño, tal es mi pena y mi dolor tamaño que me siento en angustias fenecie… Mas cuando vuelo a vos, alegre vie…
Graciosos ojuelos de dulce mirar, dejadme sentir, dejadme llorar. Si en vos, ojos bellos,
Suelta mi palomita pequeñuela, y déjamela libre, ladrón fiero; suéltamela, pues ves cuánto la qui… y mi dolor con ella se consuela. Tú allá me la entretienes con caut…
Parad, airecillos, y el ala encoged, que en plácido sueño reposa mi bien. Parad y de rosas
Nada por siempre dura. Sucede al bien el mal, al albo día sigue la noche obscura, y el llanto y la alegría en un vaso nos da la suerte impía.
Dichoso zagalejo, por aquel verde valle bajaron tus amores, bajaron a buscarte. Cogiendo flores iba,
Los ojos tristes, de llorar cansad… alzando al cielo, su clemencia imp… mas vuelven luego al encendido llo… que el grave peso no los sufre alz… Mil dolorosos ayes desdeñados
Cuando a mi pobre aldea feliz escapar puedo, las penas y el bullicio de la ciudad huyendo, alegre me parece
¡Cómo se van las horas, y tras ellas los días y los floridos años de nuestra dulce vida! Luego la vejez viene,
Venid, avecillas, venid a tomar de mi zagaleja lección de cantar. Venid; de sus labios,
¡Con qué indecible gracia, tan varia como fácil, el voluble abanico, Dorila, llevar sabes! ¡Con qué movimientos
Rectórico molesto, deja de persuadirme que ocupe bien el tiempo y a mi Dorila olvide. Ni tú tampoco quieras
Tímido corzo, de cruel acero el regalado pecho traspasado, ya el seno de la hierba emponzoñad… por demás huye del veloz montero; en vano busca el agua y el ligero
No con mi blanda lira serán en ayes tristes lloradas las fortunas de reyes infelices, ni el grito del soldado
Cuando mi blanda Nise lasciva me rodea con sus nevados brazos y mil veces me besa, cuando a mi ardiente boca