CANCIÓN DE CUNA
(A Mercedes, muerta)
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El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo. ¿Qué vendes, oh joven turbia
Nadie comprendía el perfume de la oscura magnolia de tu vientr… Nadie sabía que martirizabas un colibrí de amor entre los dient… Mil caballitos persas se dormían
Por las arboledas del Tamarit han venido los perros de plomo a esperar que se caigan los ramos, a esperar que se quiebren ellos so… El Tamarit tiene un manzano
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
Aquellos ojos míos de mil novecien… no vieron enterrar a los muertos, ni la feria de ceniza del que llor… ni el corazón que tiembla arrincon… Aquellos ojos míos de mil novecien…
Lo llevan puesto en mi sábana mis adelfas y mi palma. Día veintisiete de agosto con un cuchillito de oro. La cruz. ¡Y vamos andando!
Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cristales y laureles. El silencio sin estrellas,
Por una vereda venía Don Pedro. ¡Ay cómo lloraba el caballero! Montado en un ágil
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros
En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,
Desde mi cuarto oigo el surtidor. Un dedo de la parra y un rayo de sol. Señalan hacia el sitio
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
Virgen con miriñaque, virgen de Soledad, abierta como un inmenso tulipán. En tu barco de luces
¡Fita aquel branco galán, olla seu transido corpo! É a lúa que baila na Quintana dos mortos. Fita seu corpo transido,
Cayó una hoja y dos y tres. Por la luna nadaba un pez. El agua duerme una hora