“de la adorable juventud primera espiga de oro y prematura poma” Píndaro
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No existe el tiempo sino el insist… aletear de un pájaro perdido en la niebla volando oscuramente buscando su razón y su sentido. No existe sino el golpe reincident…
Toma lección del pez o de la piedr… abre el pecho al silencio de María… tu sol desciende, se consuma el dí… tu palabra debajo de la hiedra. La espada, huésped sorda del latid…
¿De dónde vienes, Señora, Con la ropa tan mojada? ¡Saliste sin ser notada Y regresas con la aurora! Bajo el manto seductora,
En el pecho del Padre halló su ni… La que en el seno al Hijo dio pos… Y allí de querubines alabada La que, luna de Dios, subió sin r… En pañales como recién nacido,
Si en vez de ser así, si las cosas de espaldas (fijas de… se volvieran de frente y las cosas de frente (inmutables) volviesen las espaldas,
Cuando en el río helado del espejo vierto la soledad de mi figura, miro cómo afanosa mi criatura se quiere desprender del hombre vi… Es la batalla en que sin miedo dej…
¡Qué penumbra de dalia desterrada! ¡Qué eclipse de guitarra y romance… ¡Qué apagarse de trenzas y toreros yerra doliente por tu madrugada! Salgo al aire con pala y con azada
Este niño va a Belén sin salirse de su sala. ¡Qué bien! Una estrella de Bengala, un clavel
Un solitario espejo, un dios caído… una máscara presa en su agonía; una paloma de melancolía. (En la pared un lábaro vencido.) ¿Quién pone esa tiniebla en mi gem…
¿Adónde vas, Tardecita, tarde de curvas alegres, vestida de sol y brisa con anchos vuelos de música? ¿Adónde, adónde vas, Tarde?
No lloréis más, delfines de la fue… sobre la taza gris de piedra vieja… No mojéis más del musgo la madeja oscura, verdinegra y persistente. Haced de cauda y cauda sonriente
Descalza arena y mar desnudo. Mar desnudo, impaciente, mirándose… El cielo continuándose a sí mismo, persiguiendo su azul sin encontrar… nunca definitivo, destilado.
¿Y si llegaras tarde, cuando mi boca tenga sabor seco a cenizas, a tierras amargas? ¿Y si llegaras cuando
Al fin, calzo las botas de vencer los caminos. Marcho bajo una lluvia de cancione… trepando las montañas
¿Eres el que lloroso encanecía príncipe de la pluma esplendorosa, que si no el don perfecto de la ro… tienes don de profética elegía? Levantas tu escarpada melodía