POESÍA JAPONESA
Hay un chico que pone música, a mí me hace soñar, en un lugar donde puedo mirar sus ojos
Grita mi nombre el viento en mi ventana me trae tu penar. Apenas roza el borde de la noche
De mil colores en el cabello negro, son sus adornos. Su tez blanca embellece con polvo arroz,
“Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos, era el siglo de la locura, era el siglo de la razón, era la edad de la fe, era la edad de la incredulidad, era la época de la luz, er...
Entre las piedras olores de color flores que aroman deleite de los ojos la vida brota a tiempo.
Y si, no puedo olvidarte y si, en mi alma estás grabado y si, en mi libertad decido amarte y si, mi vida sin ti se rompe. Y si, la poesía lame mis heridas
La mujer hace un ramo de amapolas. Se oye ladrar. Lleva el camino hasta la casa blanca,
Amantes al amanecer, versos escritos en las sábanas, una sonrisa al mirarte tu mano agarrando mi pelo pegando tu boca a la mía,
Aquella noche ni la luna hablaba, mi cabello el aire lo acariciaba. Fragmentos de música
Hubiera dado la vida por salvar la tuya, todos estos años perdidos, tanto dolor, tanta soledad. ¿Para qué? Las entrañas
¿Por qué me dejaste ir? ¿Por qué no agarraste mis pies y los clavaste en la hierba? Yo, te oías llorar, entre mis lágr… quise volver, pero no podía.
Eres el dolor en mi alegria la punta de tu lengua tiene espina… aún así no me importa sangrar si te puedo besar como demente tu mirada fría me calienta.
Danza la brisa sobre las flores rojas mar de la vida. Flores silvestres ramilletes de tul
Guía de marinos marcador de las costas faro imponente Aguas azules recortan las siluetas
Hay noticias que te dejan noqueada, de pronto tu vida se da la vuelta, y el miedo se instala