POESÍA JAPONESA
Agua cayendo Verde como mi vida resplandeciente
Al fin del mundo iría y corriendo por ti si lo dijeses, más... ¡duelen los pies!
Hay duelos que en silencio gritan, nostálgias que sollozan suspiros, amores que damos y se quedan tirados en el suelo. Los ojos salen de sus cuencas
En un momento me puso boca arriba,… Sus labios un manjar de dioses, su… Su cuerpo, junto al mío, lo más be… Amo a este hombre sin importar qué… Tú eres el amor, la pasión, la gan…
La niña andaba entre la nieve con un vestido rosa, destacaba en aquella blancura, un hombre que estaba en el bosque intentando cazar al oso que mataba sus ovejas, la vio y le pregunto: ...
Deliciosamente obsceno le dije, con un tono profundo como el azul de sus ojos, mis piernas temblando de pura ansi… por tocarlo.
En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, Mirándola, la luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,
Parecen tus pechos la risa de una estrella que se desmoronó en miles de fragmentos blancos, redondos y delicados.
center Pechos granados de la ninfa del agua: deleite fauno
Somos los puentes de luz que unen la tierra belleza viva con el fulgor del cielo iluminando vidas
Cerró las cortinas y puso la mano… ¿Cuántos bebés iban? Se preguntó… Tocó en la puerta del director del… La enfermera se entregó por ella m… Pobres niños, lloró, se quedan sol…
¿Vendrás amor cuando llegue la noche, oscura y triste? ¿Tus pisadas se oirán en la fría nieve?
Corre la sangre por las calles de la ciudad. Nucas destrozadas, cabellos apelmazados del líquido rojo.
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
Rezo una Plegaria pido perdón por todo lo que hice palos y caricias y callé pido perdón a mi dolor. El tiempo pasado alguien