POESÍA JAPONESA
Entre las sábanas ese negro silencio del desamor. Pequeñas perlas, de agua en esas pestañas,
Solo quiero morder tu cuello susurrarte al oído “te quiero” mojar en tu saliva mis labios, sentir tu lengua acariciándolos. Besar tu ombligo
Estoy en la cama pensando en todo lo que estamos pasando los comercios arruinados trabajadores parados. Las mascarillas están de moda
Aprovecha el día de hoy. No dejes que termine sin haber cre… sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desalien… derecho de expresarte, que es casi…
Pediste mi bendición ahora, después de enviarme a las profundidades del infierno, quizás no lo sepas, pero ya no soy la misma,
Esta nostalgia que me mata, que me llena de llantos pasados. Me doy cuenta
Pensando en ti mis manos suavemente acarician mis pezones enhiestos, siento que es tu lengua
Vidas de mis vidas amores de mis vivencias más profun… útero abierto diez centímetros una cabeza asomando a mi vida, leche derramada de mis pechos,
Parecen tus pechos la risa de una estrella que se desmoronó en miles de fragmentos blancos, redondos y delicados.
Quiero ser las bragas donde metes tus manos acariciarte los pechos con mis lab… quiero ser quien te meta en mi cam… quiero meter mi cabeza dentro de t…
Me siento bien así rompo un par de corazones cada día por el que me rompieron a mí. Voy paseando por medio de Graná tarareando una canción
Hacedor de amores rotos poemas equivocados murmullos de tristeza entre las aves que vuelan no dejes que me deshaga
Temblaron mis pechos, al notar tus dedos, me tocabas como si fuese tu piano, sacabas melodías de mi.
Alboradas de piernas enredadas, en sábanas húmedas sábanas gastadas, con promesas y deseos de te quieros y frenesí.
Mis piernas pisan fuerte en el calor del verano calles solitarias donde los tacones resuenan. Dentro de la falda muslos firmes