Crisol
Tengo un empleo extraño que no me deja dormir
Recojo sueños perdidos del instante de morir
Ayer recogiendo uno, me encontré con una nota
Decía: te dejo todo no me llevo ni la ropa
Y como por arte de magia como si fuera una colcha poco a poco fui leyendo las verdades y otras cosas
Lo banal que se quedaba, y sin poder aferrarse por más lucha que se hace no se llevan en el trance
Los amores imposibles con notas de eternidad que no pasaron la prueba del que ama de verdad
Los del closet sin el closet con todas sus frustraciones
Los amigos que se amaron y a la tumba se llevaron los secretos no contados.
Un retazo de esas notas que volaban por ahí, descubrían la mentira de cuando te conocí
Una boda se ocultaba tras la farsa de mamá
Y otros cuentos mal contados de las travesuras de papá.
Un hermano mal portado y un encierro en San Quintín
Una monja bien casada
Y un pastor que al predicar usaba sotana y enseñaba a santiguar
El empleo no es muy bueno sigo en mi recolección de los cuentos que se cuentan en secreto de confesión.
DOCHARA
