#EscritoresNicaraguenses #Modernismo
En invernales horas, mirad a Caro… Medio apelotonada, descansa en el… envuelta con su abrigo de marta ci… y no lejos del fuego que brilla en… El fino angora blanco junto a ella…
Aquella frente de virgen, aquella cándida tez, aquellos rizos oscuros, aquellos labios de miel, aquellos ojos purísimos
Buey que vi en mi niñez echando va… bajo el nicaragüense sol de encend… en la hacienda fecunda, plena de l… del trópico; paloma de los bosques… del viento, de las hachas, de pája…
¡A aquel pobre muchacho le critica una copa y un albur, ese viejo borracho que tiene cincuenta años de tahúr!…
¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen… la espada se anuncia con vivo refl… ya viene, oro y hierro, el cortejo… Ya pasa debajo los arcos ornados d…
En la tranquila noche, mis nostalg… En busca de quietud, bajé al fresc… En el oscuro cielo, Venus bella t… como incrustado en ébano un dorado… A mi alma enamorada, una reina ori…
¡Argentina! el cantor ha oteado desde la alta región tu futuro. Y vio en lo inmemorial del pasado las metrópolis reinas que fueron, las que por Dios malditas cayeron
Recuerdas que querías ser una Mar… Gautier? Fijo en mi mente tu extr… cuando cenamos juntos, en la prime… en una noche alegre que nunca volv… Tus labios escarlatas de púrpura m…
¿Qué pude yo hacer para merecer la ofrenda de ardor de aquella mujer a quien, como Ester,
A las evocaciones clásicas despiertan los dioses autóctonos, los de los altares pretéritos de Copán, Palenque, Tihuanaco, por donde quizá pasaran
Voy a confiarte, amada, uno de los secretos que más me martirizan. Es el caso que a las veces mi ceño tiene en un punto mismo
Franca, cristalina, alma sororal, entre la neblina de mi dolor y de mi mal! Alma pura,
Yo adoro a una sonámbula con alma… virgen como la nieve y honda como… su espíritu es la hostia de mi amo… y alzo al son de una dulce lira cr… Ojos de evocadora, gesto de profet…
Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana… en cuya noche un ruiseñor había que era alondra de luz por la maña… El dueño fui de mi jardín de sueño…
Dichoso el árbol, que es apenas se… y más la piedra dura porque esa ya… pues no hay dolor más grande que e… ni mayor pesadumbre que la vida co… Ser y no saber nada, y ser sin rum…