Mentira: el perfume la voz el encaje la mujer de plástico
A veces huyo por intrincados caminos construidos de palabras, que me llevan a los páramos de nadie.
La memoria es una tumba abierta donde puedo enterrar la piedad por mí misma, mientras un felino se desliza muy suave
Casi podría decirte devorada por la angustia me asomo a la vieja cueva prohibida donde habitan
Me había sido tan ajena siempre, y hoy de pronto me descubre su color sencillo
Qué difícil contarte esta verdad, porque tú no sabes nada sobre su vestimenta leve, que se va deslizando por los huesos
Yo miraba tus manos e inventaba historias de aleteos sobre mis pechos, de roces suavísimos
Bajo el ala de la noche que deja su huella imprecisa bajo la sombra del corazón repudiado
Times square Il pleut dans mon coeur... Verlaine Bulle la colmena —sin aparente propósito—
Los incrédulos repetirán —una y otra vez— tu nombre, como lo hago yo en esta noche de turbia embriaguez
The cloisters Camino por los claustros —piedra y columnas— recordando al orgulloso unicornio que no quiso subir al Arca de Noé
Tras las ventanas que tamizan la luz del sol que muere aguardaba el amor de un joven fauno, su ternura despiadada,
Esa mentira inmensa que es Nueva York quema mis labios a la medianoche cuando flamean las cabezas derriba… en cada piedra de la ciudad
Con ecos de casa vacía resuena tu nombre y se pierde en el laberinto de mi lengua. Desde este túnel
Nada he sido nada soy sino escondida isla sin pájaros ni habitantes