Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"
#EscritoresArgentinos
Esta mañana hay en el aire la increíble fragan… de las rosas del Paraíso. En la margen del Eufrates Adán descubre la frescura del agua…
La clara muchedumbre de un ponient… ha exaltado la calle, la calle abierta como un ancho sue… hacia cualquier azar. La límpida arboleda
No sé qué runas habrá marcado el h… piedra Pero mis palabras son éstas: Bajo los cielos yo fui Hengist el… Vendí mi fuerza y mi coraje a los…
Desde el primer Adán que vio la n… Y el día y la figura de su mano, Fabularon los hombres y fijaron En piedra o en metal o en pergamin… Cuanto ciñe la tierra o plasma el…
Les tocó en suerte una época extra… El planeta había sido parcelado en… cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico,
Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la exi...
¿En qué reino, en qué siglo, bajo… conjunción de los astros, en qué s… que el mármol no ha salvado, surgi… y singular idea de inventar la ale… Con otoños de oro la inventaron.…
En el fondo del sueño están los su… noche quiero perderme en las aguas… que me lavan del día, pero bajo es… aguas que nos conceden la penúltim… late en la hora gris la obscena ma…
El círculo del cielo mide mi glori… las bibliotecas de Oriente se disp… los emires me buscan para llenarme… los ángeles ya saben de memoria mi… Mis instrumentos de trabajo son la…
No rendirán de Marte las murallas a este, que salmos del Señor inspi… desde otra luz (desde otro siglo)… los ojos, que miraron las batallas… La mano está en los hierros de la…
Abulgualid Muhámmad Ibn-Ahmad ibn-Muhámmad ibn-Rushd (un siglo tardaría ese largo nombre en llegar a Averroes, pasando por Benraist y por Avenryz, y aun por Aben-Rassad y Filius Rosadis...
Hengist quiere hombres. Acudirán de los confines de arena… de chozas llenas de humo, de tierr… de lobos, en cuyo centro indefinid… Los labradores dejarán el arado y…
El hombre que desembarcó en Buenos Aires en 1871 se llamaba Johannes Dahlmann y era pastor de la Iglesia evangélica; en 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, era secretario de una bib...
Cada aurora (nos dicen) maquina ma… capaces de torcer la más terca for… hay pisadas humanas que han medido… y el insomnio devasta los años y l… En el azul acechan públicas pesadi…
Dejan caer el libro, porque ya sab… que son las personas del libro. (Lo serán de otro, el máximo, pero eso qué puede importarles.) Ahora son Paolo y Francesca,