Cargando...

Roma

Ahora que el Sol no ilumina y a pocos el corazón se nos enfría
Ahora que la luna ya no consuela nuestras noches moribundas
Lo que más me aterra es perderte en esta tenebrosa tierra umbría
Pero el terror se hace valentía, cuando tus manos entrelazan las mías
 
Y a veces le huyo a la verdad que en tus ojos sutil se asoma
No sabemos que irá a pasar, si estar juntos nos va a alcanzar
Pero siempre para mi podrá bastar, que por tí aún se lo que es amar
 
Así que cuando la tormenta nos arrastre, y nos reclame el inevitable final
Incluso en el desastre aún me das razones para soñar, tus brazos siempre serán para mi alma hogar
 
Así que ven, bésame una vez más, dame un último momento para siempre recordar
Las alas son mías pero el cielo eres tú, y con cada sonrisa que me das me haces siempre volar
Ahora que nuestra suerte está en caída libre no me vayas a soltar
 
Y si algún día una nueva vida va a llegar
La única digna por la que quisiera luchar
Sea aquella que cada mañana me regale tu voz al despertar
 
Roma, anhelada mía
Ojalá todos los caminos
me lleven siempre a tí
Del otro lado te estaré esperando, mil vidas más estaré por ti esperando
Y rezaré para que en cada una pueda siempre volverte a encontrar

Otras obras de Andrés Camilo Dulcey...



Top