¡Oh mi temeridad! ¿Cómo me atrevo a ver mis sueños? ¿Es tan caro pagar una broma, quedarse dormida? Y sueño que el

El río del tiempo en su afán se lleva todos nuestros asuntos y los hunde en el abismo del olvid… Naciones, reinos y reyes. Y si algo quedara

No tuve la suerte de la Monja... Fui otra niña más violada, abierta… Mientras los que no debían se reía… Y mi madre ignoraba... Mama

Hoja dorada en caminos vuela, girando su salto, sólo en el bosque los pinos nutren su talle en lo alto. Bajo la roca aventaja

¿A quién culpar por nuestro fin te… palabras fuertes ni mirada exhaust… saber perder, no estar contigo asu… la farsa infame ahoga al fin, rest… Y nadie habrá ni a quien culpar po…

¿Qué hago si no consigo estar saci… de esta existencia tan embriagador… ¿Qué hago si no consigo estar saci… mi eternamente joven primavera! ¿Qué hago si no consigo estar saci…

Y no me llores nunca, que viviré c… como alegre mendigo, buen convicto… una mujer sureña, va al norte tan… bruja ruin desde el Volga, de aque… Viviré, no me llores... con fallas…

Suena el reloj anunciando cosechas… cae la antónovka al suelo cansado, más gigantescas que el año pasado. Suenan manzanas en suelo maltrecha… Música, canto, sencillo, grandioso

Amor desperdiciado en lugares vací… tus besos en jardines y calles des… las luces ya se apagan tan cerca d… ¡reluce brillando! mi amada, lo crees, por lo tanto, que sea un…

Esta máquina ajena es una bestia me la dio por pequeña un camarada, y fue perfecto para mí este Lada, aunque sentí su pena y su molestia… Alguien la condenó a rutina diaria…

Las aguas plácidas o el mar profun… autoprotección de la libertad, mudos testigos de la voluntad, ¿o es preferible andar sin miedo a… ¿Osando el ciclo de la vida y muer…

Duerme niña, no digas nada. Viento, viento, vuela lejos. Y hasta la mañana, Me quedaré esperando por ti. Duerme niña, vete al cielo.

Dime: ¿de dónde obtuviste los soni… y cómo podrías combinar la retroalimentación de alegría y… Con un pensamiento sabio profundicé en los cantos del infie…

Llegó ella valiendo la pena. Con quince veranos sonriendo, —y ¿cuál es tu edad?—le pregunto: —serán en agosto mis quince... —Trapecio de pómulos, codos,

Crisantemos blancos me traes sin bufonadas, como si arrancaras del cielo la Estrella Negra de la Navidad. Hojas blancas, no pongo reparos,