De «Un (casi) poema (malo) al día»
No tengo dónde anidar el mundo es cada vez más plano.
Escribo poesía a toda hora y mis manos ni lo saben.
En algún lugar sin nombre, sin mapa, estoy esperándome. El lugar es adentro de mí y cada vez se aleja más de donde e…
pueden leer como quieran no
Vino la luz a buscarme y se fue sin despedirse. Se equivocó de espejo, tal vez, o no la pude
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,
La señal del cosmos se trenza en e… para que yo, grillete último, líe… lo emancipe y lo vislumbre, vuelto un trapo, inmundicia, y con el pesado parpado,
—¿Qué vendes? —Poemas. —¿Cuánto valen? —No tienen precio.
ya sé que de mejores
tuvieron que inventarse el día de… después de quebrar a medio mundo c… en todo lo que no necesitaban ni el día de ayer ni hoy ni nunca un viernes que fue casi tan negro…
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
Por personas como tú hay personas como tú.