De «De un marzo los días todos»
siguen impunes como si partir
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
Desperté, pero el mundo sigue dorm…
Para que los libros estén en todos los lugares.
duele mi costado algo sale de mi pecho soy yo en otro cuerpo
Cuando quiero conocer a alguien me busco en Google. Aparecen personas que me reconocen… y otras que huyen de mis ojos inqu… a veces soy perseguido y otras per…
La tarde cayó en mis ojos y se rompió en mil y un pedazos. Soy el trozo mil uno y los demás son incontables.
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida
Sé que no existe quién me ampare. Me atañe más quién me extrañe. No importa si ella, de la mano, me… por una noche larga, sin fin, sin… etérea, como mi amor por la vida,
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
La señal del cosmos se trenza en e… para que yo, grillete último, líe… lo emancipe y lo vislumbre, vuelto un trapo, inmundicia, y con el pesado parpado,
Tibio lecho, de dispares usos, cuéntale, al oído, de tus amantes anteriores, de los que, como él, dejaron sus sudares en tus tejidos… y partieron, a otro camastro,
Cuando alguien me lo pregunta dos… digo que la literatura es el tesor… Cuando alguien me lo pregunta una… digo que la literatura no sirve pa…
Gano dinero de mil maneras pero no haciendo poesía. Estoy a salvo. Por ahora.