De «Nuevos cantos mañaneros, desafinados y mudos»
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,
mire usted cómo es la vida ni si quiera soy capaz de pronunci… y existe la poesía que lo hace por… soy un analfabeto que lo conoció l… disculpe usted el atrevimiento
¡este es un excelente poema! ¡el mejor poema de todos los tiemp… ¡el único poema de la historia! pero usted no lo está leyendo, lás… ni mucho menos preguntándose si es…
al innumerable grupo de enfermedad… hoy no felicitaremos porque no hab… ni tiempo suficiente si se le toma… por ejemplo, y perdonen lo aleator… podríamos felicitar al síndrome de…
Reverberación de las masas tras la… Organizaciones mundiales llegando… Laboratorios farmacéuticos frotand… Bolsas de valores botando la casa… Dípteros insignificantes sacudiend…
pueden leer como quieran no
con la mano izquierda escribamos a… en honor a los zurdos, en contra d… o usemos hoy nada más que el lado… imaginemos con el zurdo músculo in… no perdamos la ocasión, seamos zur…
Por fin lo descubrí: el mundo es una ruleta rusa, y nosotros la bala.
ya sé que de mejores
Las horas sin advertir mutaron, son más prófugas y audaces. Los convidados escasean, más irónicos e hipócritas, tiñen las paredes
Desperté, pero el mundo sigue dorm…
Escribo poesía a toda hora y mis manos ni lo saben.
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
Por poeta, creo, vivo rogando. Con el mazo dándome y rogando no ser poeta.
—¿Estudias o trabajas? —Soy escritor.