De «Leyes mudas de la mano alzada»
No importa el lado de la puerta que nos vea. El afuera siempre está adentro.
Resulto ser la bala. Irrumpo en la batalla, busco el corazón de la guerra. De camino, mato lo que soy, siembro nuevos miedos.
Nadie sabe para quién trabaja si su trabajo es escribir.
Desperté dentro de Sergio Marente…
Escribo poesía a toda hora y mis manos ni lo saben.
Que me lo quiten todo. Quiero que regrese la poesía.
no todo puede ser gracioso
tuvieron que inventarse el día de… después de quebrar a medio mundo c… en todo lo que no necesitaban ni el día de ayer ni hoy ni nunca un viernes que fue casi tan negro…
esto no sufre de poesía
lo más cerca que estuve de su geni… uno, en la fecha del nacimiento dos, en el tamaño de la cabeza tres, en el gusto por el mismo tip… cuatro, en ir en pijama a un event…
Desperté, pero el mundo sigue dorm…
La señal del cosmos se trenza en e… para que yo, grillete último, líe… lo emancipe y lo vislumbre, vuelto un trapo, inmundicia, y con el pesado parpado,
—¿Jefe, me da permiso para ir al e… —Ahora no se puede, la producción… —Disculpe jefe. Gracias. Permiso.…
En el timo letal de la vida extint… todos los que resultan, mutilados, reverberan con las banderas, en al… de calaveras y huesuda cruz y negr… A las puertas de salida,
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida