De «Leyes mudas de la mano alzada»
Huecos en la casa bolsas de alimento vacías manuscritos llenos.
La noche en altas dosis envenena.
La tarde cayó en mis ojos y se rompió en mil y un pedazos. Soy el trozo mil uno y los demás son incontables.
Más que temerle a qué dirán le temo al qué diré.
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
—¿Qué libros me recomiendas leer? —Todos.
Todo verso nace porque sí. De sí.
En el timo letal de la vida extint… todos los que resultan, mutilados, reverberan con las banderas, en al… de calaveras y huesuda cruz y negr… A las puertas de salida,
animal de siete cuerpos contaminad… derrotados por la pérdida de sí mi… ojalá haya guardado en un cajón fo… y todas las pruebas de sus triunfo… para cuando sus hijos crezcan
Gano dinero de mil maneras pero no haciendo poesía. Estoy a salvo. Por ahora.
No tengo dónde anidar el mundo es cada vez más plano.
Desperté dentro de Sergio Marente…
Cuando alguien me lo pregunta dos… digo que la literatura es el tesor… Cuando alguien me lo pregunta una… digo que la literatura no sirve pa…
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
vivo de las palabras no