(1923)
#EscritoresCubanos
Abajo, roca y aguas: el multífono… de las olas que rompen; y su caric… con un cendal de espumas la base d… alternativamente, se viste y se de… Y arriba, yergue el faro su constr…
Al fin cayó el león; aquí la histo… Hubiera vuelto con cariño arredro: Este fue su Tabor; este San Pedr… Le abrió las puertas de la misma g… Aquí finalizó su ejecutoria,
Regresaba de caza, mas extravió el… y alegre, al trote vivo de su caba… llegóse hasta el albergue pobre de… con una corza muerta cruzada en la… Esa noche la cena se prestigió de…
Fue el choque del centauro y del i… fue el encuentro brutal, fue la po… del impulso cargado de energí con la tranquilidad más arrogante. Fue una bélica música vibrante,
La luz es música en la garganta de… mas tu voz ha de hacerse de la mis… el sabio ruiseñor descompone la so… y la traduce al iris sonoro de su… El espectro visible tiene siete co…
Te vi de pie, desnuda y orgullosa y bebiendo en tus labios el alient… quise turbar con infantil intento tu inexorable majestad de diosa. Me prosternó a tus plantas el desv…
¡Oh, consciente impotencia, para v… de traducir al verso la aspiración… Angustia irremediable: conservar i… la tragedia monótona del vivir uni… ¡Y temer el ansiado reposo, donde…
Yo moriré prosaicamente, de cualqu… (¿el estómago, el hígado, la garga… y como buen cadáver descenderé a l… envuelto en un sudario santo de co… Aunque la muerte es algo que diari…
Héroe cubano de valor esquivo, de la Historia en la página te adv… en las entrañas de la Patria, muer… y en el recuerdo de la Patria, viv… Cuando ya inerme se sintió el nati…
Fue el choque del centauro y del i… fue el encuentro brutal, fue la po… del impulso cargado de energía con la tranquilidad más arrogante. Fue una bélica música vibrante,
¡Oh, mi ensueño, mi ensueño! Vana… ¡Oh, el inútil empeño de subir don… ¡Estas alas tan cortas y esas nube… ¡Y estas alas queriendo conquistar…
Yo tuve un campanario monumental,… campanas di la música de mis anhel… aleccioné mis bronces en risas de… ángelus melancólicos y lágrimas de… Después la irremediable necesidad…
En su viaje a la Ciudadela del Im… Dulces ojos, boca y voz que constituyen tesoro: vais a la tierra del oro, de imperialismo feroz.
En la penumbra del jardín silente vibró la voz de mi febril anhelo, y el tímido relato de mi duelo movió tu corazón indiferente. La voz al cabo se tornó valiente