#EscritoresMexicanos
Antes cuando me hablaba de mí mism… Si yo soy lo que soy y dejo que en mi cuerpo, que en mi… suceda ese proceso que la semilla le permite al árbol
Porque éramos amigos y, a ratos, n… quizá para añadir otro interés a los muchos que ya nos obligaban decidimos jugar juegos de intelige… Pusimos un tablero enfrente de nos…
Ser de río sin peces, esto he sido… Y revestida voy de espuma y hielo. Ahogado y roto llevo todo el cielo y el árbol se me entrega malherido… A dos orillas del dolor uncido
Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, do… sudan, paren, cohabitan. El cuerpo de los hombres prensado… su noche de ronquido y de zarpazo
Al pie de un sauce, triste Narcis… o cerca de una roca inexorable quiero dejar mi cuerpo como el que deja ropas en la playa… Ay, mis brazos, guirnaldas desceñi…
Señora de los vientos, garza de la llanura, cuando te meces canta tu cintura. Gesto de la oración
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
Los fragmentos de mil dioses antiguos derribados se buscan por mi sangre, se aprisi… recomponer su estatua. De las bocas destruidas
No, no es la solución tirarse bajo un tren como la Ana d… ni apurar el arsénico de Madame B… ni aguardar en los páramos de Ávil… del ángel con venablo
Solo la voz, la piel, la superfici… pulida de las cosas. Basta. No quiere más la oreja, qu… rebalsaría y la mano ya no alcanza a tocar mas allá.
Para el amor no hay cielo, amor, s… este cabello triste que se cae cuando te estás peinando ante el e… Esos túneles largos que se atraviesan con jadeo y asfi…
Quisimos aprender la despedida y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas.
En una tierra antigua de olivos y… ha fechado mi amigo su más recient… Lo imagino escribiendo, sentado en… a la orilla del mar, tirando piedr… sobre el lomo verduzco de las olas…
Ahora estoy de regreso. Llevé lo que la ola, para romperse… —sal, espuma y estruendo—, y toqué con mis manos una criatura… el silencio.
VII He aquí que la muerte tarda como e… Nos va invadiendo, lenta, poro a p… Es inútil correr, precipitarse, huir hasta inventar nuevos caminos