#EscritoresMexicanos
Me tendí, como el llano, para que… Y fui una noche entera ámbito de su furia y su lamento. ¡Ah! ¿quién conoce esclavitud igua… ni más terrible dueño?
A veces, tan ligera como un pez en el agua, me muevo entre las cosas feliz y alucinada. Feliz de ser quien soy,
Habitación de duendes barre tu casa; deja ya de gemir porque no tienes un manojo de espigas en la falda. Borra de esas paredes
Cuando nos lo anunciaron los que v… los que llevan el mar ausente entr… en forma de sencillos caracoles, temblamos de alegría, como bajo el… el pétalo colmado de las flores.
En una tierra antigua de olivos y… ha fechado mi amigo su más recient… Lo imagino escribiendo, sentado en… a la orilla del mar, tirando piedr… sobre el lomo verduzco de las olas…
Si te digo que fui feliz, no es ci… No creas lo que yo creo cuando me… El recuerdo embellece lo que toca: te quita la jaqueca que tuviste, el sopor de la siesta lo transfigu…
El mundo gime estéril como un hong… Es la hoja caduca y sin viento en… la uva pisoteada en el lagar del t… pródiga en zumos agrios y letales. Es esta rueda isócrona fija entre…
Algún día lo sabré. Este cuerpo q… mi albergue, mi prisión, mi hospit… Esto que uní alrededor de un ansia… de un dolor, de un recuerdo, desertará buscando el agua, la hoj…
He aquí la regla de oro, el secret… Tener un sitio para cada cosa y tener cada cosa en su sitio. Así arreglé… Impecable anaquel el de los libros…
Los fragmentos de mil dioses antiguos derribados se buscan por mi sangre, se aprisi… recomponer su estatua. De las bocas destruidas
Has muerto tantas veces; nos hemos… en cada muelle, en cada andén de los desgarramient… amor mío, y regresas con otra faz de flor recién abiert…
Déjame hablar, mordaza, una palabr… para decir adiós a lo que amo. Huye la tierra, vuela como un pája… Su fuga traza estelas redondas en… frescas huellas de aromas y señale…
Voy a ponerme a cantar el muy famoso corrido de un asunto que se llama el eterno femenino, y del que escriben los sabios
Hablábamos la lengua de los dioses, pero era también nu… igual al de las piedras. Éramos el abrazo de amor en que se… el cielo con la tierra.
Como la cera blanda, consumida por una llama pálida, mis días se consumen ardiendo en tu recuerd… Apenas iluminas el túnel de silenc… y el espanto impreciso