Soy merecedor de mucha calma
y del placer dominical.
Soy sobreviviente
de pequeñas batallas,
sabiendo que huir, era claudicar.
Soy de la generación apresurada
que soportó la crueldad de la verdad,
que por sus años y sueños mitigados
padeció el escarnio en soledad.
Fui Aureliano Buendía, El León de Francia,
Martin Fierro y Sandokan,
quise ser músico, soy apenas melodía
llegue a poeta que más puedo desear.