Memoria no me abandones,
aunque te exija el dolor,
apartar a la pasión,
olvidar reclamos justos,
mientras lo cruel y lo injusto,
avanzan con su misión.
Memoria no me abandones,
aunque el miedo te lo exija,
ignorar las pesadillas,
que perpetran saqueadores,
o con cínicos perdones,
ser parte de la ignominia.
Memoria no me abandones,
aunque el desgaste y cansancio,
intenten mi deserción,
fortaleza por favor,
dame el valor que me falta,
¡Ay Cristo! dame esperanza
¡Vos Virgen! tu bendición.