derechos de autor - raulpeloni@yahoo.com.ar
Lluvia de verano transpiran las hojas, y las dos comadres, en la sala grande, donde un perro duerme,
Señora posteridad desde cuando hiciste alarde. si a muchos llegaste tarde, y a pocos dejas llegar. Es verdad, nunca jamás,
Que vas a decir, que vas a soñar, si el tonto deber, le dejó su paso a la noche triste.
Ni una gota de odio, podrán sacar de mis heridas, ni siquiera podrán matar a mis ins… Es el alma la que elige al militan… antes y después de cada vida,
Viejo reloj de pared objeto de mi memoria con tus listones oscuros y tus vidrios tan transparentes y ese andar tan displicente,
De aquel a quien llamaban El Militante sus críticos mas moderados opinarían, que había pasado largos años sin reparar en las cosas elementales de la vida común,como la familia,la casa ...
Vi a un ateo casi moribundo pedirle a Jesús Y a ese mismo ateo lo vi estando sano
Tengan Fe, por pasos que demos hacia atrás, serán mas los que daremos adelante aunque cueste pensar e imaginar pronto vendrán mujeres del Levant…
Desde el centro de la esencia, desde la cavidad interior, con latidos, corazón, nos demuestras tu presencia. Hay latidos del amor,
Si alguna vez mis poemas circulan el universo, que sean los cielos diversos los que amparen mi decir, no pretendo presumir,
Donde soplan nuevos vientos, aparecen nuevos rastros, caminos inusitados, el temor por lo que viene, la crueldad del que mas tiene,
Mi barrio tuvo olor a cosas buenas, el comienzo de la escuela, malvones en los balcones, y veredas grises a sus pies.
Escuchar y disentir, abre mente y corazones. Innumerables razones, e innumerables posturas, circundan nuestras culturas,
Donde encontrarte honor, si el orgullo se peleó con su memoria. Bajo la ruindad del mundo, atrapados están
Ahí se va la niña, aterciopelada, vestida de fiesta, y color marfil. zapatos violeta, collar de corales,