Y yergue poderosa
su cúpula el Unzué.
Como un cruzado medieval
junto al mar
su presencia es majestuosa,
y en su interior los duendes del ayer
con placidez recordarán
la voz de sus coreutas.
Y en la Capilla Celestial,
aquella que albergó,
al justo y pecador
tristezas y pesares,
consuelo concedió,
a quienes ante Dios,
lloraron por sus males.
Y yergue poderosa
su cúpula el Unzué,
Las hijas de sus hijas,
ya son grandes,
las golondrinas de nuevo volverán,
y ellas serán solo el amor,
de esas sienes blancas que emigraron.