Una justa medida
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Desde "El Andén" veo llover aquí en La Cumbre y la lluvia mi espíritu ilumina. No pueden aunque quieran las heridas,
Caminar con la cabeza gacha es la posición del abatido. Engañar a todos sin sentido es la habilidad de los farsantes, y preocupación de los los pedante…
Un jardín en cada casa, y los pies pisando el suelo, los ojos mirando al cielo, y respirando profundo, descubriendo el nuevo mundo
LLegaste, y te acostaste en mi lecho sin importarte, la incomodidad. Llegaste,
Grandilocuente es decir con desmesurado acento, no es absurdo lo que cuento, si quien lo escucha interpreta, que es parte de mi experiencia
Piedra que encontré en su lecho, vaya a saberse porque, el río suele ofrecer, misteriosos sortilegios, que aunque vienen desde lejos,
Con el viejo decir, que une a las rimas entre nuevo y moderno acaricie el encuentro de las emociones y las peripecias.
Si tu lo sabes amor, quizás yo lo… como se siente el sol en un abrazo… como la primavera conmueve los sen… como las sombras son la pausa del… como las abejas son la miel de una…
Aceptar la vanidad como una cosa habitual es una decisión fatal, que perturba a ciertas mentes, que opinan que es muy corriente
Que difícil es para un poeta ser leal para quien, por su lealta… recorrió los senderos del exilio, por cantar valientemente su verdad… No es difícil
Mi barrio tuvo olor a cosas buenas, el comienzo de la escuela, malvones en los balcones, y veredas grises a sus pies.
Cuando nació el amor, no había ruiseñores, ni flores, ni retoños, ni fiestas glamorosas, ni antojos, ni fulgor.
Al ser ungido ante sus pares el anciano dijo: estimados compañeros de vida, considero un privilegio el que me hayan elegido, pero también estoy sorprendido. En mi intervención solo at...
Y en ese bar de la calle principal… rodeado de historias pasajeras, una historia con principio y con f… se sintió la Reina verdadera. Amor del uno con el otro,
Eres tal cual, ni negativa ni vengativa, ni última, del medio, ni primera, ni fósil, ni enredadera,