#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27
¡Traje mío, traje mío, nunca te podré vestir, que al mar no me dejan ir! ¡Nunca me verás, ciudad, con mi traje marinero;
Venis desde muy lejos mas esta lej… que es para vuestra sangre que can… La necesaria muerte os nombra cada… no importa en que ciudades, campos… De este pais, del otro, del grande…
Un papel desvelado en su blancura. La hoja blanca de un álamo intacha… El revés de un jazmín insobornable… Una azucena virgen de escritura. El albo viso de una córnea pura.
La primavera ha venido dejando en el olivar un libro en cada nido. Vivir leyendo, leyendo mientras la paz en el mundo
Dejé por ti mis bosques, mi perdid… arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida…
No, no te conocieron las almas conocidas. Sí la mía. ¿Quién eres tú, dinos, que no te r… ni de la tierra ni del cielo?
De pronto, en Roma no hay nadie: no hay ni perro que me muerda, no hay ni gato que me arañe, no hay ni puerta que se abra, no hay ni balcón que me llame,
¡Ah, Miss X, Miss X: 20 años! Blusas en las ventanas, los peluqueros lloran sin tu melena —fuego rubio cortado—.
A ti, nocturno, por la luz herido, luz por la sombra herida de repent… arrebatado, oscuro combatiente, claro ofensor de súbito ofendido. A ti, acosado, envuelto, interrump…
A ti, divina, corporal, preciosa, por quien el aura impereceptible o… el suspendido seno de recrea la prefección tranquila de la rosa… .
¡Jee, compañero, jee, jee! ¡Un toro azul por el agua! ¡Ya apenas si se le ve! —¿Quééé? —¡Un toro por el mar, jee!
Rubios, pulidos senos de Amaranta… por una lengua de lebrel limados. Pórticos de limones, desviados por el canal que asciende a tu gar… Rojo, un puente de rizos se adelan…
Viento contra viento. Yo, torre de mando, en medio. Remolinos de ciudades bajan los desfiladeros. Ciudades del viento sur,
Yo, marinero, en la ribera mía, posada sobre un cano y dulce río que da su brazo a un mar de Andalu… sueño en ser almirante de navío, para partir el lomo de los mares,
Mar, aunque soy hijo tuyo, quiero decirte: “!Hija mía! Y llamarte, al arrullarte: Marecita —madrecita—,!marecita de mi sangre…