#EscritoresEspañoles (1603) España Flores de de ilustres poetas
Mi madre tuve en ásperas montañas, Si inútil con la edad soy seco leñ… Mi sombra fue regalo a más de un s… Supliendo al jornalero las cabañas… Del viento desprecié sonoras sañas
Siempre, Melchor, fue bienaventur… Tu vida en tantos trances en el su… Y es bienaventurada ya en el Ciel… En donde sólo pudo ser premiada. Sin ti quedó la Guerra desarmada
En crespa tempestad del oro undoso Nada golfos de luz ardiente y pura Mi corazón, sediento de hermosura, Si el cabello deslazas generoso. Leandro, en mar de fuego proceloso…
De tu peso vencido, verde honor del verano, yaces en este llano del tronco antiguo y noble desasid… Dando venganza estás de ti a los v…
¿Qué captas, noturnal, en tus canc… Góngora bobo, con crepusculallas, si cuando anhelas más garcivolalla… las reptilizas más y subterpones? Microcósmote Dios de inquiridione…
¿Cuándo seré infeliz sin mi gemido… ¿Cuándo sin el ajeno fortunado? El desprecio me sigue desdeñado; la invidia, en dignidad constituid… U del bien u del mal vivo ofendido…
Pues amarga la verdad, Quiero echarla de la boca; Y si al alma su hiel toca, Esconderla es necedad. Sépase, pues libertad
Todo tras sí lo lleva el año breve de la vida mortal, burlando el brí… al Acero valiente, al mármol frío, que contra el tiempo su dureza atr… Aún no ha nacido el Pie cuando se…
Si quien ha de pintaros ha de vero… y no es posible sin cegar miraros, ¿Quién será poderoso a retrataros, sin ofender su vista y ofenderos? En nieve y rosas quise floreceros;
Torcido, desigual, blando y sonoro… Te resbalas secreto entre las flor… Hurtando la corriente a los calore… Cano en la espuma y rubio con el o… En cristales dispensas tu tesoro,
Tiempo, que todo lo mudas, tú, que con las horas breves lo que nos diste, nos quitas, lo que llevaste, nos vuelves: tú, que con los mismos pasos,
¡Oh corvas almas, oh facinorosos espíritus furiosos! ¡Oh varios pensamientos insolentes… deseos delincuentes, cargados sí, mas nunca satisfechos…
Éstas son y serán ya las postreras lágrimas que, con fuerza de voz vi… perderé en esta fuente fugitiva, que las lleva a la sed de tantas f… ¡Dichoso yo que, en playas extranj…
Pues me hacéis casamentero, Ángela de Mondragón, escuchad de vuestro esposo las grandezas y el valor. Él es un Médico honrado,
Si gobernar provincias y legiones ambicioso pretendes, ¡oh Licino!, procura que el favor y el desatino aseguren de infames tus acciones. No merezca ninguno las prisiones