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Echa tu red en mi alma. Tengo tam…
Yo te fui desnudando de ti mismo, de los “tús” superpuestos que la v… te había ceñido... Te arranqué la corteza—entera y du… que se creía fruta, que tenía
El Señor me ha hospedado en este mundo, hecho por sus propias manos. Ha puesto un fino aire transparente para que yo pueda respirarlo y ver al mismo tiempo a través de él los hermosos p...
Donde tú estás, están la paz y el… No más noches de lluvia ni alborad… Tus fríos pies están fuera del mun… se quedaron colgando por el borde del mundo... Y en tus manos, siemp…
Ven, ven ahora, que quizá no sea d… Ven pronto, que quién sabe si no s… Ven, por piedad; no escuches al qu… Cierra los ojos y corre, corre, a…
Cuando yo era niña, mi madre, siguiendo una tierna tradición entre las festividades religiosas, gustaba de enviarme por el mes de mayo a ofrecer flores a la Virgen María en la vieja igl...
En mi jardín hay rosas: Yo no te quiero dar las rosas que mañana... Mañana no tendrás. En mi jardín hay pájaros
Voy —río negro—en cruces, en ángul…
Y dije a los guijarros: —Yo sé que vosotros sois las estre… Entonces los guijarros se encendie…
Salí de ti hacia la madrugada. Se… Salí de ti. El cielo era tan gran…
En el valle profundo de mis triste… inconmovible y silencioso como una… Eres de la raza del sol: moreno, a… a resinas silvestres. Eres de la raza del sol, y a sol m…
Padre nuestro que estás en la tier… y hermosa tierra; en la tierra buena; Santificado sea el nombre tuyo que nadie sabe; que en ninguna for…
Viendo allí todavía la sonrisa de aquel Cristo tan pálido yo esta… Y era apenas sonrisa la imprecisa medialuna que el labio dibujaba, la albura melancólica y sumisa
Yo guardaré para ti las últimas ro… Porque no hayas sembrado, no tenga… Ninguno firme como el tuyo, ningun… Yo salvaré la casa y el jardín; yo… Pero yo guardaré para ti las últim…
El sol se ha rajado y cae un chorro de oro sobre mi corazón. Es un oro ardiente que salta sobre las nubes