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Ayer quise subir a la montaña, y el cuerpo dijo no. Hoy quise ver el mar, bajar hasta la rada brilladora, y el cuerpo dijo no. Estoy desconcertada ante esta resistencia obscura, esta in...
Ayúdame, Señor, a ser lo que Tú h… O déjame saber que no lo has queri…
Hasta en tu modo de olvidar hay al… Creía yo que todo olvido era sombr… ¡Tu olvido es la alborada borrando…
Te amo con un amor que puede alcan…
Salí de ti hacia la madrugada. Se… Salí de ti. El cielo era tan gran…
Hombre que me besas, hay humo en tus labios. Hombre que me ciñes, viento hay en tus brazos. Cerraste el camino,
Apasionado y febril como el amor d…
Apacigüé el dolor por un instante… Pero sé que, cuando despierte, olf… ¿Por qué he de ser presa apetecibl… No tengo sangre para apagar su sed… ¿Qué camino extravié que no me acu…
Todavía puedes poner tu dedo y tap… Todavía. Todavía, si tú me dices que está c…
Con mi cuerpo y con mi alma he pod… Mi alma era rebelde y, como los do… Pero la hice al fin saltar aros de… Mi cuerpo fue más dócil. En reali… No acerté a hacerlo; pero ahora, e…
Con collares de lágrimas adornaste… Con pétalos de sangre sembraste mi… ¿Es que soy más bella con tocado d… ¿Tan enterrada tengo la dulzura qu… ¡Y por qué quieres mi dulzura, si…
Te digo que sigas tu camino sin el temor de perderme. Te digo que has de encontrarme cuando vuelvas, aunque tardes mil años. Pues que eres débil y te empuja la vida, ve donde te lleve. ...
Eras frágil como la caña ya cascada; débil como la mecha que aún humea. Por encima de los días, meses, años –y un solo gris infinito– que han pasado sobre tu recuerdo, no me queda de ti...
Padre nuestro que estás en la tier… y hermosa tierra; en la tierra buena; Santificado sea el nombre tuyo que nadie sabe; que en ninguna for…
Tú, que amas un amor fantasma y que das un nombre a la niebla, a la ceniza de los sueños... Tú, que te doblas sobre ti misma como el sauce se dobla