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Señor mío: Tú me diste estos ojos… Rey jurado de mi primera fe: Tú m… Dulzura de mi ardua dulzura: Tú m… Soplo de mi barro: Tú me diste es…
Cuando revuelvo el brazo no estrecho, rompo el lazo. Ya sólo un camino breve busco: El que de ti me lleve. ¡Con qué agua te apagaré!...
Voy —río negro—en cruces, en ángul…
La niña no está muerta... Sólo es… Tenía todavía como el pudor de hac… El pudor de ser Dios.
Ayúdame, Señor, a ser lo que Tú h… O déjame saber que no lo has queri…
¿Y esa luz? —Es tu sombra...
Echa tu red en mi alma: Tengo tam…
Si fuera nada más que una sombra sin sombras; que una intima tiniebla de dentro para fuera... Si fuera—nada más—la misma tiniebla de hoy... O la de ayer,
Yo soy la tierra de aluvión que el agua va arrastrando. No tengo tiempo de formar un árbol, de endulzar una fruta, de formar una flor. No calenté dos veces la misma primavera, aunque to...
Viendo volar las criaturas que el Hacedor dotó de semejante privilegio, el alma se me llena de esos celos obscuros que se dan muchas veces entre hermanos. Pienso que hay tantas alas en ...
Esta muchacha esta pintada en un papel de arroz que es transp… a la luz; ella vuela en su papel al aire... Vuela con las hojas sec… y con los suspires perdidos.
Mi sangre es como un río que me trae paisajes reflejados y borrados, paisajes de otras riberas que nunca vi. Es como un río largo y misterioso que yo me siento correr por dentro, y cuyo...
Está bien lo que está: Sé que todo está bien. Sé el Nexo. Y la Razón. Y hasta el Designio.
Era mi llama tan azul, que por muc… Después, la llama aquella quemó el…
Las hojas secas..., ¿vuelan o se c…