#EscritoresChilenos
Arrímese mas pa’ ca aquí donde el sol calienta, si uste’ ya está acostumbrado a andar dando volteretas y ningún daño le hará
Partimos para una fiesta en mi yegüita rocilla, y le dije a mi negrita: agárrate Catalina. El perro de mi negrita
Ya se inició la toma, compañero calla la boca, cuidado con los pacos, que pueden dejar la escoba. Sujeta bien al chiquillo,
Del poeta y cantor Atahualpa Yupanqui Preguntitas sobre dios Un día pregunte yo ¿abuelo donde esta dios?
Tu silueta, va caminando con el alma triste y dormida ya la aurora no es nada nuevo pa’ tus ojos grandes y pa’ tu fren… ya el cielo y sus estrellas
Somos cinco mil aquí en esta pequeña parte la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?
Voy a hacerme un cigarrito acaso tengo tabaco si no tengo de’onde saco lo más cierto es que no pito. Ay, ay, ay, me querís,
Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados
Cuando el sol se inclinaba, lo encontré, en un rancho sombrío, de Lonquén, en un rancho de pobres,
Yuca de San Borja samorengue sa para ir a saña ¡ay! qué rico está. A la Molina no voy más
Cuando voy al trabajo pienso en ti, por las calles del barrio pienso en ti, cuando miro los rostros
Ven conmigo ven conmigo, escóndete. Nuestro jefe está esperando, escóndete. Caminaremos de noche,
Estaba la beata un día enferma del mar de amor el que tenía la culpa, era el fraile confesor. Chiribiribiribiri,
Vidala, tengo una pena, te quise con mala suerte. Vidala, así es la vida, como pa’ querer la muerte. Mi sangre hubiera dado
Un sueño soñaba anoche, soñito del alma mía, soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía. Vi entrar señora muy blanca,