(2008)
#EscritoresEspañoles #Generación27
¡Ay, cuántas cosas perdidas que no se perdieron nunca! todas las guardabas tú. Menudos granos de tiempo, que un día se llevó el aire.
¿Hablamos, desde cuándo? ¿Quién empezó? No sé. Los días, mis preguntas; oscuras, anchas, vagas tus respuestas: las noches.
Te busqué por la duda: no te encontraba nunca. Me fui a tu encuentro por el dolor. Tú no venías por allí.
Ahí, detrás de la risa, ya no se te conoce. Vas y vienes, resbalas por un mundo de valses helados, cuesta abajo;
Amor, amor, catástrofe. ¡Qué hundimiento del mundo! Un gran horror a techos quiebra columnas, tiempos; los reemplaza por cielos
Posesión de tu nombre, sola que tú permites, felicidad, alma sin cuerpo. Dentro de mí te llevo porque digo tu nombre,
¡Cuánto rato te he mirado sin mirarte a ti, en la imagen exacta e inaccesible que te traiciona el espejo! «Bésame», dices. Te beso,
Y súbita, de pronto, porque sí, la alegría. Sola, porque ella quiso, vino. Tan vertical, tan gracia inesperada,
No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración
Miedo. De ti. Quererte es el más alto riesgo. Múltiples, tú y tu vida. Te tengo, a la de hoy; ya la conozco, entro
Nadadora de noche, nadadora entre olas y tinieblas. Brazos blancos hundiéndose, nacien… con su ritmo regido por designios ignorados,
¿Quién, quién me puebla el mundo esta noche de agosto? No, ni carnes, ni alma. Faroles, contra luna. ¿Abrazarme? ¿Con quién?
¡Qué probable eres tú! Si Ios ojos me dicen, mirándote, que no, que no eres de verdad, Las manos y los labios,
Sí, sí, dijo el niño, sí. Y nadie le preguntaba. ¿Qué le ofrecías, la noche, tú, silencio, qué le dabas para que él dijera a voces,
¿El pájaro? ¿Los pájaros? ¿Hay sólo un solo pájaro en el mun… que vuela con mil alas, y que cant… con incontables trinos, siempre so… ¿Son tierra y cielo espejos? ¿Es…