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Igual que siempre...

Tus ojos miraban indiferentes en los míos altruistas.
Era la señal de que aquel frenesí se había vuelto hastío, cansancio.
Una sonrisa, una làgrima, un abrazo y todo parecía volver a su sitio.
Pues terminaba reclamando tus labios, colgándonos de aquella cuerda mmientrasnuestros pies se mecían al abismo. Ya no había nada más que retazos de aquella magia; pasiones y absurdos deseos carnales. Ambos lo sabíamos, pero terminaba todo igual que siempre;
Una sonrisa, una lágrima, un abrazo...

Fue algo espontáneo, me inspiré de momento.

Preferido o celebrado por...
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