#EscritoresEspañoles #Generación27
En trenes poseídos de una pasión e… por el carbón y el hierro que los… y en tensos aeroplanos de plumaje… recorro la nación del trabajo y la… De la extensión de Rusia, de sus…
¿Quién te verá, ciudad de manzanil… amorosa ciudad, la ciudad más esbe… que encima de una torre llevas pue… Dolor a rienda suelta: la ciudad de cristal se empaña, cr…
Sobre la roja España blanca y roj… blanca y fosforescente, una historia de polvo se deshoja, irrumpe un sol unánime, batiente. Es un pleno de abriles,
No pudimos ser. La tierra no pudo tanto. No somos cuanto se propuso el sol en un anhelo remoto. Un pie se acerca a lo claro.
Por desplumar arcángeles glaciales… la nevada lilial de esbeltos dient… es condenada al llanto de las fuen… y al desconsuelo de los manantiale… Por difundir su alma en los metale…
Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto
Dale al aspa, molino, hasta nevar el trigo. Dale que dale, dale que dale, dale que dale.
Italia y Alemania dilataron sus v… de lodo carcomido, agruparon, sembraron sus luctuosas… lanzaron las arañas más negras de… Contra España cayeron y España no…
Ante la vida sereno, y ante la muerte, mayor; si me matan, bueno: si vivo, mejor. No soy la flor del centeno
Ausencia en todo veo: tus ojos la reflejan. Ausencia en todo escucho: tu voz a tiempo suena. Ausencia en todo aspiro:
Si hay hombres que contienen un al… una esparcida frente de mundiales… cubierta de horizontes, barcos y c… con arena y con nieve, tú eres uno… Las patrias te llamaron con todas…
No puedo olvidar que no tengo alas, que no tengo mar, vereda ni nada con que irte a besar.
Por fin trajo el verde Mayo correhuelas y albahacas a la entrada de la aldea y al umbral de las ventanas. Al verlo venir se han puesto
Yo que creí que la luz era mía precipitado en la sombra me veo. Ascua solar, sideral alegría ígnea de espuma, de luz, de deseo. Sangre ligera, redonda, granada:
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón