#EscritoresCubanos
Oh, qué vergüenza! El Sol ha ilum… La Tierra; el amplio mar en sus e… Nuevas columnas a sus naves rojas Ha levantado; el monte, granos nue… Juntó en el curso del solemne día
Mucho, señora, daría Por tender sobre tu espalda Tu cabellera bravía, Tu cabellera de gualda: Despacio la tendería,
La verdad quiere cetro. El verso… Puede, cual paje amable, ir por lu… Salas, de aroma vario y luces rica… Temblando enamorado en el cortejo De una ilustre princesa, o gratas…
La poesía es sagrada. Nadie De otro la tome, sino en sí. Ni n… Como a esclava infeliz que el llan… Para acudir a su inclemente dueña, La llame a voluntad: que vendrá en…
Ayer la vi en el salón De los pintores, y ayer Detrás de aquella mujer Se me saltó el corazón. Sentada en el suelo rudo
El mundo tiene más jóvenes que viejos. La mayoría de la humanidad es de jóvenes y niños. La juventud es la edad del crecimiento y del desarrollo, de la actividad y la viveza, de la imag...
Era el 5 de abril de 1870. Meses hacía que había yo cumplido diez y siete años. Mi patria me había arrancado de los brazos de mi madre, y señalado un lugar en su banquete. Yo besé sus...
¡Ea, jamelgo! De los montes de or… Baja, y de andar en prados bien ol… Y de aventar con los ligeros casco… Mures y viboreznos, y al sol rubio Mecer gentil las brilladoras crine…
¡Oh! la sangre del alma, ¿tú la ha… Tiene manos y voz, y al que la vie… Eternamente entre las sombras acus… ¡Hay crímenes ocultos, y hay cadáv… De almas, y hay villanos matadores…
¡Cadáveres amados los que un día Ensueños fuisteis de la patria mía… Arrojad, arrojad sobre mi frente Polvo de vuestros huesos carcomido… ¡Tocad mi corazón con vuestras man…
Cuentan un cuento de cuatro hindús ciegos, de allí del Indostán de Asia, que eran ciegos desde el nacer, y querían saber cómo era un elefante. «Vamos, dijo uno, adonde el elefante manso...
El alfiler de Eva loca Es hecho del oro oscuro Que lo sacó un hombre puro Del corazón de una roca. Un pájaro tentador
Sueño con claustros de mármol Donde en silencio divino Los héroes, de pie, reposan: ¡De noche, a la luz del alma, Hablo con ellos: de noche!
Allí despacio te diré mis cuitas, ¡Allí en tu boca escribiré mis ver… ¡Ven, que la soledad será tu escud… Ven, blanca oveja, Pero, si acaso lloras, en tus mano…
¡Tú flotas sobre todo, Hijo del alma! De la revuelta noche Las oleadas, En mi seno desnudo