#1986 #EscritoresUruguayos #PreguntasAlAzar
En el sillón tranquilo de balance en la recuperada mecedora qué he de hacer sino balancearme los racimos las nubes las ideas se… se mecen los desastres cavilosos
Colecciono pronósticos anuncios y matices y signos y sospechas y señales
Había oído mencionar su nombre, pero la primera vez que la vi fue un rato antes de subir al vapor de la carrera. Mis viejos y mis hermanas habían venido a despedirme y estaban alg...
Nosotras las viejitas democráticas ni huesos conseguimos para el cald… pero como escuchamos Radio Carve nosotras le tenemos miedo al cambi… Esa pensión que nos brinda el gobi…
Nadie sabe en qué noche de octubre… de fatigados duendes que ya no ocu… puede inmolarse la perdida infanci… junto a recuerdos que se están hac… Qué sorpresa sufrirse una vez deso…
Antonio Machado, Fernando Pessoa, Juan Gelman crearon de un plumazo sus heterónimos, unos señores que tuvieron la virtud de complementarlos, ampliarlos, hacer que de algún modo fueran m...
Todos caminan yo también camino es lunes y venimos con la saliva a… mejor dicho son ellos los que vienen
Qué trampa este crepúsculo qué calma desplomada sobre todo qué simulacro inútil qué sonrojo en paz siguen las nubes
Uno cantó / ella no es ella otra cantó / yo no soy yo ¿será que ya no somos? ¿será que somos otros? ¿será que los candores se escurrie…
Ustedes cuando aman exigen bienestar una cama de cedro y un colchón especial nosotros cuando amamos
Ignorante del mundo y de sí mismo deja el recién nacido su caverna lejos y cerca de la piel materna inaugura el candor de su egoísmo mira en su entorno y es un espejis…
Después de tanta quietud tanto sil… el país gira como un trompo llega a la orilla de las decisione… de las falencias y del optimismo cada uno lleva su ramillete de gan…
Enhorabuena como quien dice barrio y universo o etrusco y habanero u optimismos en rústica que saben el color de sus razones
Un hombre alegre es uno más en el coro de hombres
Este regreso no era obligatorio sin embargo la mano encuentra su cuchara el paso su baldosa el corazón su golpe de madera