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EL NIÑO INFINITO

POESÍA PARA NIÑOS

Hay un niño en mi pueblo
al que le cuesta caminar,
pero lo que más le cuesta
es tener que recordar
todas las penas vividas,
así que cuando camina
lleva en la mochila del pesar,
un peso de roca
tan grande y tan gris,
que le hace encorvar.
 
¿Qué cómo se llama ese crío?
Yo se lo pregunté y me lo dijo:
Eduardo, Eduardo se llama el chico.
Nació ya hace muchos años,
ha jugado con muchos niños
¡y ahora en los parques
le llaman “anciano”!
¡Pobre Eduardo, pobre Eduardo!
Los niños te llaman a ti,
al niño que fuiste y que eres
y que no tiene fin, “anciano”.
 
Eduardo, niño infinito,
no estés ya más triste,
dinos, por favor,
tú que todo lo diste,
¿qué podemos hacer por ti?
¿cómo partimos tu gran roca gris?
 
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