#EscritoresEspañoles
Aplauden los semáforos más libres… mientras corren cien motos y los f… trabajan sin enfado. Es la noche m… Ninguna cosa viva merece su conden… Corazones y lobos. De pronto se i…
Déjame, pensamiento, déjame, mañana seré tuyo, volveré a ser tu presa. Pero hoy, mientras la luz araña en los árbol…
Se descalzan los días para pasar de largo sin que nos de… Son casi despedidas, casi encuentr… —felices pero incómodos— de cuerpos que se miran
Recuerda que tú existes tan sólo e… agradece tu vida a mis fantasmas, a la pasión que pongo en cada vers… por recordar el aire que respiras, la ropa que te pones y me quitas,
Aquel temblor del muslo y el diminuto encaje rozado por la yema de los dedos, son el mejor recuerdo de unos días conocidos sin prisa, sin hacerse n…
Sospechan de nosotros. Ha pasado el primer autobús, y nos sorprende en el lugar del crimen, desatados los cuellos y las manos a punto de morir, abandonándose.
Si alguna vez no hubieses existido… si el calor de tus muslos no me hu… buscado como un látigo preciso y mis ambigüedades electivas —los días más oscuros de mí mismo—
Ahora sé que estas calles nos han hecho sol… y nuestro corazón tiene el pulso amarillo de las maderas lentas de un tranví…
Me persiguen los teléfonos rotos de Granada, cuando voy a buscarte y las calles enteras están comunic… Sumergido en tu voz de caracola
En la mesa de al lado, un jardín de señoras en domingo abonadas al orden del murmullo y del té con limón, en un café de invierno por la tard…
Más allá de la sombra te delatan tus ojos, y te adivino tersa, como un mapa extendido de asombro y de deseo.
Si alguna vez la vida te maltrata, acuérdate de mí, que no puede cansarse de esperar aquel que no se cansa de mirarte.
Yo te estaba esperando. Más allá del invierno, en el cincu… de la letra sin pulso y el verano de mi primera carta, por los pasillos lentos y el exame…
Mañana de suburbio y el autobús se acerca a la parada… Hace frío en la calle, suavemente, casi de despertar en primavera, de ciudad que no ha entrado
Por septiembre se te llenan de sótanos los labios y es relativo el cielo después de haberte visto preguntar… Pero también el cielo,