#EscritoresArgentinos
Bajo el remoto azul de un cielo en… y al susurrar de la alameda umbría… para tu elogio he de contar un día cómo fue que el amor nos llegó al… Cómo fue...¿Pero acaso, no es sab…
Al llegar la hora esperada en que de amarla me muera, que dejen una palmera sobre mi tumba plantada. Así cuando todo calle,
Nunca gocé ternura más extraña, que una tarde entre las manos prol… del barbero de campaña, furtivo carbonario que tenía dos h… Yo venía de la montaña
En la tarde suave y cálida, Desde el diván carmesí, Alzas fielmente hasta mí Tus lentos ojos de pálida. Con la espectral ilusión
Deja caer las rosas y los días una vez más, segura de mi huerto. Aún hay rosas en él, y ellas, por… mejor perfuman cuando son tardías. Al deshojarse en tus melancolías,
Largamente, hasta tu pie se azula el mar ya desierto, y la luna es de oro muerto en la tarde rosa té. Al soslayo de la luna
Un poco de cielo y un poco de lago donde pesca estrellas el grácil ba… y al fondo del parque, con íntimo… la noche que mira como miras tú. .
Llenábanse de noche las montañas, y a la vera del bosque aparecía la estridente carreta que volvía de un viaje espectral por las camp… Compungíase el viento entre las ca…
Al ofrecerte una rosa el jardinero prolijo, orgulloso de ella, dijo: no existe otra más hermosa. A pesar de su color,
El mar, lleno de urgencias masculi… bramaba alrededor de tu cintura, y como un brazo colosal, la oscura ribera te amparaba. En tus retinas… y en tus cabellos, y en tu astral…
Sabio jorobado, pide a la taberna, Comadre del diablo, su teta de lob… El vino te enciende como una linte… Y en turris ebúrnea trueca tu joro… Porque de nodriza tuviste una loba
Bajo la calma del sueño, calma lunar de luminosa seda, la noche como si fuera el blanco cuerpo del silencio,
En su abstracto candor, el tiempo… Inmoviliza eterno, hondo, distante… La soledad obscura del pantano Y una línea de tiza interrogante .…
Íbamos por el pálido sendero hacia aquella quimérica comarca, donde la tarde, al rayo del lucero… se pierde en la extensión como una… Deshojaba tu amor su blanca rosa
Soñé la muerte y era muy sencillo; una hebra de seda me envolvía, y a cada beso tuyo, con una vuelta menos me ceñía y cada beso tuyo