#EscritoresUruguayos
Seré benéfica y mínima como la flor de la salvia si tú me dejas seguirte y estar contigo en tu casa. Cuando tú quieras silencio
Ángel Falcó me trajo heroica talla de México, jardín de colorines y ella le da a mi casa serafines y está al paso de idilios y batall… En su mano con lustre de azucena,
Frío está el joven de feliz estamp… muerta su sangre, espuma de alelíe… los huesos fatigados de su grampa, los dientes, sin granada de rubíes… Como era cazador, su jerifalte
Caronte: yo seré un escándalo en t… Mientras las otras sombras recen,… Y bajo tus miradas de siniestro pa… Las tímidas y tristes, en bajo ace… Yo iré como una alondra cantando p…
Crecí Para ti. Tálame. Mi acacia Implora a tus manos su golpe de gr… Florí
¿Versos? Sí, algunos cada día sobre la luz que el alba nos rehac… y mientras Sirio por el cielo trac… su indescriptible plan de cetrería… Muchos, de amor, la vaga melodía
Las mariposas blancas me seguían y bendecía el Padre mi ganado, las eras con el pan, y los amados seres que el Paraíso me extendían. Los selváticos tigres que venían
Agua limpia, clara, clara, clara, tan limpia y tan clara que parece… tan clara y tan limpia que yo la d… convertida en la tela de un vestid… ¡Qué feliz la novia rubia que lo u…
Por quietas calles andaba Juanita Fernández, que era muchacha como de pájaros y naranjas y colmenas. Nadie veía su guardia
Sirena que en el sueño me has llam… desde tu frágil costa de neblina: en tu vaga canturia ultramarina un reclamo de abismo me ha llegado… Tal vez me tengas, de coral labrad…
¡Beso que ha mordido mi carne y mi… con su mordedura que hasta el alma… ¡Beso que me sorbe lentamente vida como una incurable y ardorosa heri… ¡Fuego que me quema sin mostrar la…
El amor es fragante como un ramo d… Amando, se poseen todas las primav… Eros trae en su aljaba las flores… de todas las umbrías y todas las p… Cuando viene a mi lecho trae aroma…
A dura sombra el día, a dura sombr… la noche lúcida de orquestada leng… El ruiseñor eterno no se asombra de su rumor, ni él su trino amengu… La tremenda amapola de las horas,
Bebo del agua limpia y clara del a… y vago por los campos teniendo po… un gajo de algarrobo liso, fuerte… que en sus ramas sostuvo la dulzur… Así paso los días, morena y descui…
¡Cómo resbala el agua por mi espal… ¡Cómo moja mi falda, Y pone en mis mejillas su frescura… Llueve, llueve, llueve, Y voy, senda adelante,